Cómo cuidar a su hijo adolescente que ha sido víctima de violencia sexual

(How to Care for Your Teen After Sexual Assault)

La violencia sexual es un comportamiento sexual forzado y contra la voluntad de una persona. Puede causar daño físico y emocional. La recuperación lleva tiempo y es diferente para cada persona. Después de la agresión, un adolescente puede estar triste, enojado, molesto, inquieto, preocupado, de mal humor o irritable, y es posible que no quiera interactuar con su familia ni sus amigos. Su hijo puede desear hablar mucho, poco o nada acerca del acontecimiento. Quizás presente cambios en los patrones de sueño y alimentación. Tal vez también tenga dolor de vientre, dolor de cabeza o se queje de otras molestias físicas. 

Usted es una parte importante de la recuperación de su hijo y puede ayudarlo creando un ambiente seguro, tranquilo y de apoyo.

Instrucciones para el cuidado, Home Care Instructions

Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud acerca de lo siguiente:

  • Darle medicamentos a su hijo adolescente.
  • Ayudar a su hijo adolescente con cualquier dolor o molestias a causa del abuso. 
  • Llevar a su hijo adolescente a un profesional de la salud mental (como un consejero o un psicólogo) capacitado para ayudar a las personas a recuperarse de una agresión sexual.
  • Hacer un seguimiento de las pruebas o estudios médicos, si es necesario.

Apoye a su hijo adolescente:

  • Tranquilice a su hijo adolescente explicándole que el abuso sexual no fue su culpa. No existe ninguna excusa o situación que le dé a una persona el derecho de forzar a otra a una conducta sexual.
  • Ayude a su hijo adolescente a programar las visitas con un profesional de la salud mental capacitado en ayudar a personas a recuperarse del abuso sexual. Tranquilice a su hijo explicándole que el profesional puede ayudarlo a enfrentar los desafíos que tiene por delante.
  • Hable con su hijo adolescente y pregúntele cómo puede ayudarlo a sentirse seguro. Es posible que, al principio, no quiera estar en su casa. O quiera entrar en la escuela con un amigo. 
  • Pregúntele regularmente en las semanas siguientes al abuso para ver cómo se está sintiendo su hijo. Basta con preguntarle: "¿Cómo te sientes hoy?". Es importante demostrarle que aún se preocupa por cómo está. No se preocupe si no quiere hablar. Hágale saber que está allí para hablar o darle su apoyo de la manera que lo necesite.
  • En la medida de lo posible, ayude a su hijo a continuar con las rutinas de ir a la escuela, practicar deportes y hacer actividades.
  • Anime a su hijo adolescente a cuidarse durmiendo bien, manteniéndose activo físicamente, comiendo alimentos saludables y evitando consumir alcohol o drogas para afrontar la situación. 
  • Ayude a su hijo adolescente a relajarse. Cada persona lo logra a su manera. Es posible que quiera estar con sus amigos, jugar a un juego en familia y probar de hacer meditación o yoga.
  • Tenga paciencia mientras su hijo se recupera. Tal vez se sienta desanimado o crea que jamás volverá a sentirse bien. Recuérdele que está bien que quiera tomarse su tiempo y que le dará su apoyo durante ese tiempo. 
  • Si su hijo está interesado en otros recursos, estos son algunos de los que pueden ser de ayuda:
    • La línea de ayuda nacional de abuso sexual: Llame al 800-656-HOPE (4673) o visite rainn.org.
    • Love Is Respect (El amor es respeto): En línea en español: loveisrespect.org (para obtener ayuda con el abuso sexual en una relación).
    • The Trevor Project: Llame al 866-488-7386, envíe un mensaje de texto con la palabra START al 678678, o visite thetrevorproject.org (para la comunidad LGBTQ).
    • Programas de apoyo locales en su zona. Pregúntele al profesional del cuidado de la salud qué recursos existen o busque en línea en rainn.org/state-resources.
  • Si su hijo adolescente ha involucrado al sistema de justicia criminal, puede recibir más apoyo a través de un abogado o de otros recursos disponibles en la Línea de ayuda nacional de abuso sexual. Llame al 800-656-HOPE (4673) o visite rainn.org.

Cuide de sí mismo:

  • Es posible que se sienta enojado, culpable, triste, conmocionado o estresado. Cuídese para poder ser una presencia tranquilizadora para su hijo. Esto incluye dormir bien, mantenerse físicamente activo y comer alimentos saludables. Evite consumir alcohol o drogas para afrontar la situación. 
  • Busque ayuda para manejar sus sentimientos. Puede consultar a un profesional de la salud mental u obtener ayuda en la Línea de ayuda nacional de abuso sexual. Llame al 800-656-HOPE (4673) o visite rainn.org.

Llame al profesional del cuidado de le salud si..., Call Your Health Care Professional if

Su hijo adolescente:

  • no quiere salir de su habitación o de su cama, o no se relaciona con nadie 
  • tiene un peor desempeño en la escuela
  • continúa muy triste, enojado, inquieto, preocupado o reviviendo la violencia sexual unas pocas semanas o un mes después de ocurrido
  • parece estar empeorando

Dirijase a la sala de emergencias si..., Go to the ER if

Le preocupa que su hijo adolescente pueda intentar suicidarse (terminar con su vida) o su hijo ha hablado sobre planes específicos para suicidarse.

Usted o su hijo adolescente pueden llamar o enviar un mensaje de texto a la Línea nacional de prevención del suicidio al 988.

Mas Informacion, More to know

¿Cuáles son los tipos de violencias sexuales? Una violencia sexual incluye una violación (introducir a la fuerza el pene, los dedos y otro objeto en la vagina, el ano o la boca de otra persona contra su voluntad), un contacto no deseado, forzar a otra persona a mirar o realizar actos sexuales y cualquier otra cosa que obligue a alguien a tener un comportamiento de tipo sexual contra su voluntad. Una persona puede ser atacada sexualmente por un extraño o por alguien a quien conoce.

¿Qué problemas emocionales de largo plazo puede tener un adolescente después de ser blanco de una violencia sexual? Es frecuente que una persona tenga sentimientos de tristeza, ansiedad, estrés o miedo después de un evento de violencia sexual. En general, estos sentimientos mejoran con el paso del tiempo. Pero algunas personas continúan teniendo experiencias emocionales fuertes que interfieren con su vida diaria (por ejemplo, es posible que tengan problemas para ir a la escuela o que no deseen estar con sus familiares o amigos). Es posible que tengan lo siguiente:

  • Recuerdos vívidos o flashbacks: recordar la agresión sexual y sentir que está ocurriendo en ese momento
  • Depresión: sentimientos de tristeza y desesperanza que duran mucho tiempo
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT): sentimientos muy fuertes de ansiedad, estrés o miedo

Las personas que tienen estos problemas pueden sanar, pero necesitan ayuda profesional. Hable con el profesional del cuidado de la salud de inmediato si está preocupado porque su hijo no parece estar afrontando la situación, tiene recuerdos vívidos o muestra signos de depresión o TEPT que no mejoran.