La laringoscopía es un procedimiento que los profesionales del cuidado de la salud realizan para ver el interior de la laringe, que se encuentra debajo de la parte posterior de la garganta. En la laringoscopía directa, se utiliza un instrumento llamado "laringoscopio" para observar la laringe directamente.
Su hijo estuvo en observación después del procedimiento y ya puede cuidarlo en su casa. En general, no surge ningún problema después de una laringoscopía directa flexible. Es posible que su hijo sienta la nariz y la garganta adormecidas o inflamadas durante un tiempo después del procedimiento. Tal vez tenga un poco de dolor o sensibilidad en la nariz o la garganta, o ronquera durante uno o dos días.

¿Cuáles son los tipos de laringoscopios? Para las laringoscopías directas, se utilizan dos tipos de laringoscopios:
- Laringoscopía rígida: El profesional del cuidado de la salud utiliza un laringoscopio rígido, que no se flexiona. Este instrumento se introduce a través de la boca del niño hasta la garganta. Además, ilumina el interior de la garganta y amplía la imagen. En general, esto se hace con el niño bajo anestesia general. El procedimiento puede ayudar al profesional del cuidado de la salud a quitar objetos extraños o crecimientos de tejido, recolectar muestras de tejido para examinarlas en un laboratorio o realizar un tratamiento con láser.
- Laringoscopía flexible: El profesional del cuidado de la salud utiliza un tubo delgado y flexible que se introduce a través de la nariz o la boca. El tubo cuenta con una luz y una cámara en uno de los extremos y esto permite que el profesional del cuidado de la salud vea la garganta a través de un visor del laringoscopio o en un monitor en la sala. En general, esto se hace en un consultorio o una clínica con el niño despierto y se usa un medicamento para adormecer la garganta. A veces, se hace con el niño bajo anestesia general. El procedimiento puede ayudar al profesional del cuidado de la salud a diagnosticar problemas en la garganta y la laringe.