Los metacarpos son cinco huesos largos de la mano que conectan los dedos con la muñeca. La fractura de boxeador es una rotura o una fisura en el extremo del hueso del metacarpo, cerca de la unión con el dedo meñique.
El ortopedista (especialista en huesos) le colocó una escayola en la mano a su hijo para mantenerla inmóvil mientras se cura el hueso. Verá a su hijo regularmente y tal vez le haga más radiografías para asegurarse de que el hueso se esté curando correctamente. La mayoría de las fracturas de boxeador se curan en aproximadamente 6 a 8 semanas.
Cuide de la escayola y trate el dolor tal como se lo hayan indicado para mantener a su hijo cómodo mientras el hueso se cura.

Siga las recomendaciones del ortopedista sobre lo siguiente:
- el cuidado de la escayola
- cuándo puede usar los dedos de la mano fracturada para hacer cosas como escribir y sujetar objetos
- los ejercicios que su hijo deba hacer y cuándo comenzar a hacerlos (en general, aproximadamente 3 semanas después de que le hayan colocado la escayola)
- si su hijo debe ver a un terapeuta ocupacional o a un especialista en mano
- qué actividades es necesario evitar (como los deportes)
- cuándo su hijo puede retomar los deportes y si necesita usar equipo de protección
- el equipo de protección necesario una vez que le quiten la escayola
- cuándo hacer más consultas de seguimiento
Para aliviar la inflamación:
- Eleve la mano con cojines cuando su hijo esté sentado o durmiendo.
- Recuérdele a su hijo que mueva los dedos que no están lesionados y el pulgar para que la sangre continúe circulando normalmente.
Si su hijo tiene dolor:
- Cuando su hijo esté despierto, coloque hielo en una bolsa de plástico envuelta con una toalla y aplíquelo sobre la mano durante 20 minutos cada 3 horas, hasta un máximo de 2 días. No coloque el hielo directamente sobre la piel.
- Siga las recomendaciones del ortopedista sobre la administración de medicamentos para el dolor. Entre estos medicamentos, se encuentran el acetaminophen (Tylenol® o la marca genérica de una tienda), el ibuprofen (Advil®, Motrin® o la marca genérica de una tienda) o los analgésicos recetados (que se compran con una receta médica). Algunos medicamentos recetados para el dolor también contienen acetaminophen o ibuprofen. Para evitar darle demasiada cantidad de un ingrediente, dele los medicamentos exactamente como se lo indiquen.
El cuidado diario de la escayola:
- Revise el área que rodea a la escayola. Asegúrese de que no haya rasguños en la piel y que el pulgar y los dedos no estén pálidos, azulados, adormecidos o con hormigueo.
- Asegúrese de que su hijo no se rasque ni toque debajo de la escayola.
- No coloque nada en el interior de la escayola. Asegúrese de que su hijo no coloque juguetes, comida o ninguna otra cosa dentro de la escayola.
- Mantenga la tierra, la arena y la suciedad en general, las lociones y el talco bien alejados de la escayola.
Mantenga seca la escayola:
- Los niños más pequeños pueden darse baños de esponja. Si el niño se ducha o se da un baño regular, puede cubrir la escayola con lo siguiente:
- dos bolsas de plástico selladas en la parte superior con una banda elástica o cinta
- una envoltura plástica con una bolsa plástica que esté sellada en la parte superior
- un protector impermeable para escayolas
- Si se salpica la escayola, seque el interior con un secador de cabello con el ajuste de aire frío.

Su hijo no puede mover los dedos o estos se ponen blancos, azulados o morados.

¿Cómo ocurren las fracturas de boxeador? Suelen ocurrir cuando alguien golpea algo o a alguien, en especial si se revolea el puño desde atrás del cuerpo con un movimiento circular. Si bien se la conoce como "fractura de boxeador", no suele sucederles a los boxeadores porque están entrenados para golpear correctamente. También puede ocurrir debido a un golpe en la mano (por ejemplo, debido a un accidente de automóvil).
¿Cuándo puede retomar los deportes mi hijo? Si la mano se está curando correctamente, su hijo puede retomar los deportes en unas pocas semanas siempre que use equipo de protección para la mano. El ortopedista lo ayudará a decidir en qué momento es seguro que su hijo retome los deportes.