(Night Terrors: How to Care for Your Child)
Los niños con terrores nocturnos se levantan gritando y pataleando, y es imposible calmarlos. En algún momento se vuelven a dormir y no suelen recordar el terror nocturno cuando se despiertan por la mañana. Los terrores nocturnos pueden ser atemorizantes para los padres, pero no les causan ningún daño a los niños. La mayoría de los niños los superan antes de llegar a la adolescencia. Aquí encontrará algunas maneras de ayudar a prevenir los terrores nocturnos y de tranquilizar a su hijo si llega a tener uno.
Los terrores nocturnos:
También hable con el profesional del cuidado de la salud si su hijo:
¿Qué ocurre durante los terrores nocturnos? Los terrores nocturnos ocurren cuando un niño está parcialmente despierto y la parte del cerebro que controla las respuestas de "lucha o huida" se sobreexcita. Esto hace que el niño sienta pánico y terror. Los niños estarán muy afectados y es posible que griten, pataleen o salgan de la cama. Esto suele ocurrir unas 2 a 3 horas después de que el niño se duerme, cuando el cerebro se encuentra en la fase de sueño no MOR (movimientos oculares rápidos).
¿Cuál es la causa de los terrores nocturnos? Se desconoce cuál es la causa precisa de los terrores nocturnos. Suelen afectar a varios integrantes de una misma familia; por lo tanto, es probable que tengan alguna relación con los genes. Algunas cosas, como las siguientes, puede desencadenar los terrores nocturnos:
¿Cuál es la diferencia entre los terrores nocturnos y las pesadillas? Los terrores nocturnos y las pesadillas ocurren en diferentes etapas del sueño. Los terrores nocturnos suelen ocurrir en las primeras horas después de que un niño se duerme, mientras que las pesadillas suelen ocurrir más tarde. Con frecuencia, las pesadillas despiertan a los niños, pero los niños no están totalmente despiertos durante los terrores nocturnos. Los niños casi nunca tienen recuerdos de los terrores nocturnos al día siguiente, pero suelen ser capaces de recordar partes de una pesadilla. Los terrores nocturnos son muy poco frecuentes en los adultos, pero las personas de cualquier edad pueden tener pesadillas.