La taquicardia supraventricular (TSV) consiste en una frecuencia cardíaca acelerada que no suele poner en riesgo la vida. Algunos niños sienten palpitaciones en el pecho o latidos irregulares, pero otros no presentan síntomas.

La TSV es un ritmo cardíaco anormal (arritmia) común en lactantes y niños. Es una aceleración repentina de la frecuencia cardíaca que puede ser tan rápida como de 220 a 280 latidos por minuto (lpm) en lactantes y de 180 a 240 lpm en niños y adolescentes.

Puede durar desde unos pocos segundos hasta varios días. Aunque la mayoría de los niños con una TSV tienen un corazón normal en cuanto a su estructura, aquellos que padecen alguna cardiopatía tienen un riesgo mayor de sufrir una TSV. Algunas causas de la TSV son hereditarias.

En ocasiones, se recomienda tomar medicamentos o seguir otro tratamiento para la TSV si reaparece con frecuencia o dura mucho tiempo. Los niños menores de 1 año tienen posibilidades de que con el tiempo la TSV desaparezca. Cuando los bebés menores de 1 año comienzan a tomar medicamentos, el profesional del cuidado de la salud puede interrumpirla después de 6 a 12 meses. Algunos niños más grandes pueden aprender a detener la TSV cuando sienten que su corazón está latiendo rápido.

Un electrocardiograma (ECG) ayuda a los profesionales del cuidado de la salud a determinar qué causa la actividad eléctrica anormal en el corazón de su hijo. Su profesional del cuidado de la salud puede detener el ritmo anormal con medicamentos o maniobras especiales. Ahora su hijo tiene una frecuencia cardíaca normal y puede recibir atención en su hogar.

• Aprenda a tomarle el pulso a su hijo y controle su frecuencia cardíaca como le hayan indicado. Familiarícese con la frecuencia cardíaca normal de modo de poder detectar cuándo hay una diferencia.
• Si no ha recibido entrenamiento en reanimación cardiopulmonar, el profesional del cuidado de la salud lo podrá ayudar a encontrar una clase. 
• Dele a su hijo los medicamentos según las indicaciones del profesional del cuidado de la salud.

Si su hijo tiene un episodio de TSV y el profesional del cuidado de la salud le ha dado las indicaciones para tratarla en su hogar:

• Para un lactante:
  • Coloque una bolsa de hielo y agua sobre la cara de su hijo tal como le mostraron, durante 15 a 30 segundos, para restablecer un ritmo cardíaco normal.
  • Asegúrese de que la bolsa no obstruya la respiración de su hijo.
• Para un niño mayor:
  • Haga que su hijo intente soplar con la nariz tapada durante 15 a 20 segundos.
• Si estas maniobras no logran reducir la frecuencia cardíaca, debe llevar a su hijo al hospital.
• Si su hijo se marea, se debilita, se pone pálido o está somnoliento en algún momento mientras intenta detener la TSV, llame al 911 de inmediato.

• Haga una cita de seguimiento con el cardiólogo o para realizarle más estudios según le indiquen.
• Si su hijo está tomando un medicamento, infórmele al profesional del cuidado de la salud si aparecen efectos secundarios como cansancio, debilidad, palidez, mareos, desequilibrio emocional, pesadillas, visión borrosa, dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar.

Su hijo:

• Tiene latidos irregulares o una molestia en el pecho.
• Se queja de malestar estomacal o debilidad.

Su bebé:

• Parece irritable o molesto.
• Empieza a respirar rápido.
• No quiere comer.

Su hijo:

• Tiene una frecuencia cardíaca acelerada que no se corrige con las maniobras mencionadas arriba.

Si su hijo deja de respirar, llame al 911 primero y luego empiece la RCP (reanimación cardiopulmonar) si está capacitado para hacerlo.